La fragancia Ramón Ezkerra se define como un aura presencial que envuelve a quien lo lleva con notas cálidas y a la vez verdes. Un olor almizclado, con una nota de salida verde ofrecida por la bergamota y ligeramente cítrica afrutada ahondando en un nota media más aterciopelada con suaves notas de melocotón y un fondo potente y cálido que dan las notas amaderadas del cedro y el sándalo con las ligeras notas de una vainilla al final.
En esta armonía de notas amaderadas lo acompaña unas notas de hierba de corte, y se aplica un toque de anís para darle una nota de dulzor en su salida, acompañando todo ello en un baile sin fin de notas con la bergamota. Estas notas verdes hacen de la fragancia que en el corazón del perfume deje un halo refrescante.
Conseguimos una fragancia cálida y enérgica.
Marca a quién lo lleva un carácter inequívoco y original, una fragancia que crea una simbiosis única con la piel en una armonía perfecta.
Notas aromáticas
Notas de salida: Bergamota, Durazno y Anís de estrella.
Notas de corazón: Flor blanca, Albaricoque y notas de anís.
Notas de fondo: Almizcle, Cedro y Sándalo, notas amaderadas.
Presentación
Presentado en un frasco cilíndrico de cristal esmerilado, con atomizador. Lleva un capót de metal plateado. Con una etiqueta de piel marrón diseñada por el propio Ramón Ezkerray con un repujado a 140º C, dejando la marca del prestigioso atelier bilbaíno en la etiqueta de piel. El perfume va en una cuidada bolsita de piel igualmente grabada y creada de forma artesanal por Ramón Ezkerra. Todo ello va presentado en una caja de cartulina blanca couché termograbada en bronce.